Hace dos años un amigo me invitó a correr el Columbia Snow Running…

Pocas veces en mi vida había estado en un paisaje con nieve y nunca había visitado Valle Nevado. Fue una experiencia totalmente nueva y entretenida.
El año pasado no pude asistir por trabajo, pero este año pensé “¿por qué no intentarlo de nuevo?”. La verdad no me gusta mucho correr en nieve, porque es difícil: Te resbalas, te hundes y cuesta un montón mover las piernas. A pesar de eso, y de tener un poco de miedo a bajar en nieve (porque no puedes controlar la velocidad), soy una amante de las montañas y cada vez que tengo la oportunidad de ir, la aprovecho.

Con Max subimos el día anterior, ya que al ser el último fin de semana de temporada alta, el mismo día de la carrera iba a ser un caos subir.  Así que el viernes en la tarde, partimos a la montaña, estaba nevando desde los 1.600 msnm (metros sobre el nivel del mar) y la vista era hermosa, creo que nunca me había  visto ese camino tan nevado. Hacía mucho frío cuando nos bajamos del auto, nos refugiamos inmediatamente en la hostal.

El día de la carrera, Max se fue randoneando al centro de esquí Valle Nevado,  yo subí con unos amigos. Ya en el amanecer supe que sería un día hermoso. Había nevado bastante el día anterior por lo que hacía mucho frío, pero no corría viento y el sol abrigaba suficiente como para motivarme a correr y a pasarlo bien. Una carrera así a mi parecer no se prepara, porque es una vez al año y es difícil entrenar en las mismas condiciones, así que mis entrenamientos en cerro (planificados por vert.run) fueron suficientes.

Llegué al centro de esquí unas dos horas antes de la largada, compré mi ticket de góndola, recogí el “lunch-box” y subí al campamento base. Había comida para desayunar, mientras veías a las otras disciplinas (banked slalom, slope style y mono-esquí paralímpico) practicar antes de la competencia. Una vez en el campamento base, me motivé más a correr y no me di ni cuenta cuando ya estaba en la línea de partida.

Comenzamos y recordé hace dos años lo complicado que era, mantenerte en la misma línea; subir rápido al tiempo que te hundes sumado a la adrenalina de bajar tan rápido. La bajada para mi era la peor parte y como mencioné estaba un poco asustada, pero apenas terminé el descenso pensé “esa era la peor parte, pero ya quiero repetirlo”. El circuito constaba de dos vueltas, la primera la hice dosificando y tanteando el terreno, revisando las sensaciones de mi cuerpo. Como todo iba perfecto, en la segunda vuelta intenté apretar un poco más. Terminé en poco más de una hora, pero ni me di cuenta del tiempo, lo disfruté tanto que todo pasó muy rápido. Creo que la altura no me afectó. Es fundamental que el cuerpo conozca su comportamiento en estas condiciones antes de participar de una carrera así.

Definitivamente es una carrera que recomendaría, a las personas que aún no conocen la nieve o a personas que la disfrutan de forma distinta en esquís o snowboard, porque en realidad la actividad dura todo el día y se puede venir en familia y aprovechar de hacer otras actividades, cosa que otras carreras no logran, el contexto social pre-post carrera, para así poder integrar comunicad y no solo deportistas.

Agradezco a Columbia Chile por apoyarme en todas las  aventuras que me propongo.

Daniela Corvalan – Columbia Snow Running – from Nexusrun on Vimeo.

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Daniela Corvalan es Bióloga molecular de profesión y representante de la línea de Trail Running de Columbia Chile.

Practica este deporte hace cinco años y sus objetivos van creciendo junto con la motivación y perseverancia por cumplirlos.