Franco, integrante del sitio BICINETA, ciclista con una basta experiencia con viajes extensos en lugares como la carretera austral, hasta un viaje al Perú para participar de la furiosa carrera Inca Divide, nos cuenta su perspectiva de lo que fue hace pocas semanas su vivencia de pedalear en menos de 40 horas un brevet 600.

Son las 19:30 en Plaza Baquedano y poco a poco empiezan a llegar los ciclistas. En el punto de partida se encuentra el equipo de Austral Randonneurs dando la bienvenida a los corredores para lo que será la 2da versión del pedaleo de semi-suficiente más intenso de Chile, la Brevet de 600 km. Han pasado 2 meses desde que se hizo la versión de 400 km y todos están entusiasmados por ponerse a prueba con algo más extremo esta vez.

# AUTOSUFICIENCIA

Las paradas a llenar agua, comer, dormir o descansar son distribuidas y planificadas acorde a la estrategia de cada participante. Cosas como estudiar la ruta para anticipar los tramos más duros y saber qué partes se cruzarán de día o de noche, marcan la diferencia entre una buena planificación y una que te puede dejar de noche en el medio de la nada deshidratado, con hambre, frío o sin luces, por mencionar algunas posibilidades. No hay asistencia mecánica ni de ningún tipo.

Pelotón de randonneurs por camino a Lonquén, hacia cuesta Mallarauco y el punto de control 1 de Melipilla. Kilómetro 20 aprox., 20:15 aprox del viernes 19 de abril.

Algunos minutos de descanso en el punto de control 3 de Litueche, luego de una noche entera pedaleando. Kilómetro 197 del sábado 20 de abril.

# EN QUÉ CONSISTE

Consiste en hacer una ruta de 615 kilómetros a tránsito abierto entre Santiago y Lolol (por caminos rurales de buena calidad, evitando zonas de alto tráfico) en un máximo de 40 horas. Comienza a las 20:00 del viernes teniendo como hora límite las 12:00 del domingo para llegar a la meta de vuelta a Santiago. A lo largo de la ruta existen 7 puntos de control (PC) en los cuales la organización timbra tu tarjeta registrando la hora de llegada. Cada PC tiene un horario de apertura y de cierre que marca el ritmo mínimo que debe llevar el corredor para no quedar fuera.

Grupo de randonneurs pedaleando por la ruta del vino de Santa Cruz (Franco Cravero y compañía). Kilómetro 250 aprox, del sábado 20 de abril.

Randonneurs camino a Santa Cruz, en el kilómetro 270. (Franco Cravero y compañía). 13:49 del sábado 20 de abril.

# NO COMPETITIVO + RESULTADOS 2018

En estos eventos la relación que se da entre los participantes es muy distinta a la de una competencia tradicional. Se compite contra uno mismo, ya que no hay podio, no existe primer lugar y tampoco hay premio. En caso de cumplir con los tiempos, puedes optar a una medalla que certifica que pasaste la prueba, llevándote un bonito recuerdo de todo el sufrimiento y toda la felicidad que viviste en la ruta. El 2018 se realizó la 1ra versión de 600 km y solo 6 personas lograron llegar a tiempo a la meta, razón por la cual muchos vienen a repetirse el desafío a modo de revancha.

# ANTES DE PARTIR

A minutos de partir se puede ver la ansiedad y el nerviosismo en la cara de cada corredor mientras entre todos se desean una buena ruta sin novedades ni accidentes. Es el día internacional de la bicicleta y este grupo de 20 hombres y 1 mujer se prepara para celebrarlo junto a una bonita luna llena que iluminará la ruta por la noche. El reloj marca las 20:00 y entre gritos de ánimo de amigos y familiares, comienza la aventura oficialmente.

# SALIENDO DE SANTIAGO

Saliendo de Santiago todos tienen claro que hay que mantener una velocidad prudente. Todavía quedan 600 km por delante y no hay que agotar energías en vano. 84 km nos esperan para llegar al PC1 para el cual tenemos que cruzar la conocida Cuesta Mallarauco. Desde lejos se ven las luces rojas de los que van subiendo primeros y los grupos empiezan a separarse. Hora de aplicar el 1er criterio básico: No compararse con los demás. Tratar de igualar la velocidad de un ciclista con mejor bicicleta, mejor equipamiento y más experiencia en largas distancias puede “quemarte” incluso en las primeras horas. Alguien que fue a la cabeza gran parte de la ruta puede terminar retirándose o en último lugar, son muchas las variables involucradas en el rendimiento final de cada participante. Todo puede pasar.

Randonneurs camino a Santa Cruz, en el kilómetro 270. (Franco Cravero y compañía). 13:49 del sábado 20 de abril.

# PC1 MELIPILLA

Antes de la media noche van llegando los primeros al PC1 en Melipilla. Es momento de rellenar agua y comer algo para mantener el estanque con energía. Algunos se relajan un rato conversando mientras elongan y otros, firmes a su planificación, cuentan con lujo y detalle cada minuto que pasan fuera de sus bicicletas para no desordenar sus estimaciones. Ahora toca cruzar el río Mapocho para encaminarnos hacia el siguiente PC en San Pedro. La temperatura empieza a bajar de a poco pero viene un tramo entretenido por Codigua con subidas y bajadas que mantendrán el cuerpo a buena temperatura.

# PC2 SAN PEDRO Y PC3 LITUECHE – AMANECER

En el km 135 aparece el PC2 de San Pedro y siendo las 2:00 todos anticipan con un café uno de los períodos más pesados de la noche, cuando las temperaturas bajan al mínimo y el cuerpo empieza a reflejar el cansancio acumulado de casi medio día de pedaleo. Hay que llegar a Rapel a la hora de mayor frío donde nos espera la Cuesta Leones, que servirá para calentar un poco el cuerpo. Dan las 6:00 y llegamos aún de noche al PC3 en Litueche directo a buscar un colchón, un par de mantas y a dormir. En menos de una hora ya estamos de pie con café en mano para partir con energías.

# ADRIÁN FARÍAS – ÁNGEL Y CRISTIAN DE VUELTA

Amanece en Litueche y partimos en dirección a Santa Cruz, donde tuvimos el placer de contar con la compañía de Adán Farías, un ciclista de 73 años (con más de 60 pedaleando) que nos siguió el ritmo hasta Lolol, ida y vuelta, como si nada. ¿Se imaginan a su papá/abuelo a los 74 haciendo 60 km incluyendo 2 cuestas? Fue una inyección de motivación, sumado a ver a lo lejos que ya vienen de vuelta Cristian y Ángel desde Lolol. Nos asombramos al verlos y a pesar de no conocernos, la primera reacción es de darles ánimo y gritarles que sigan con todo. ¿En qué otra disciplina le das ánimo con una sonrisa real a otro participante que va mejor que tú?

Juan Muñoz de Austral Randonneurs supervisando el punto de control 7 (fotográfico), junto a la punta de la brevet (Angel Zepeda y Cristian Muñoz). Kilómetro 562, 02:32 del domingo 21 de abril.

# PC4 LOLOL – PINCHAZO – STA. CRUZ, PARADA – CABECEOS – HOY MENTAL

Estamos a minutos de completar los primeros 300 km y un pinchazo inesperado nos obliga a cambiar cámara. Llegamos al PC4 en Lolol y se revienta la de repuesto. Emilio me presta una cámara suya, nos timbran las tarjetas, comemos algo y de vuelta a Santiago. Son las 13:00 y nos quedan menos de 20 horas para los siguientes 300 km hacia la meta. De vuelta en Santa Cruz nos separamos para descansar y comprar algo que nos dé energías, sabemos que hay que estar al 100 porque se acerca un tramo con una berma algo angosta y autos a buena velocidad.

Se oscurece y empiezan los cabeceos y pestañeos peligrosos antes de lo esperado. Es uno de los momentos más complejos del ultra fondo, cuando luchas por mantenerte despierto. Sabes que no deberías seguir, pero cada minuto vale oro y hay que llegar al menos a un lugar donde poder dormir o tomar café. Al rato tenemos problemas mecánicos que nos hacen parar varias veces más y el frío se hace cada vez más pesado. Otro momento complejo: “El hoyo mental”, cuando todo te juega en contra y tu zona de confort te pide a gritos ir por la opción de abandonar y descansar en tranquilidad. En ese momento la mente lo es todo.

# PC5 LITUECHE – SIESTA DE LARGO – GABO REPARTIR

Son las 22:00 y llegamos al fin al PC5. Vamos directo por una siesta rápida para prevenir cabeceos hacia San Pedro, pero con el cansancio encima ni escuchamos el despertador y se nos alargó en más de una hora. Cuando nos preparábamos para partir vemos que Gabriel, quien venía con problemas mecánicos y de luces, decide no continuar. Y antes de despedirnos nos da una mano repartiéndonos sus lentes, guantes y cubrecalzado para el frío que se nos venía más adelante. Otro bonito gesto digno del espíritu randonneur no competitivo.

La punta de la brevet en sus últimos kilómetros hacia la meta de Las Condes. Kilómetro 580 aprox., 03:30 del domingo 21 de abril.

# PC6 SAN PEDRO – MARUCHÁN – FRÍO EXTREMO

Si no es por un par de subidas que nos mantienen el cuerpo caliente, nos congelamos. La ropa mojada en las bajadas juega en contra y lo único que pensamos es en llegar luego a San Pedro a tomarnos un café y abrigarnos. Llegamos a las 4:00 al PC6 y aparecen unas sopas instantáneas al rescate. Ya no te importa lo sano ni lo nutritivo mientras te mantenga caliente y te llene un poco el estómago. Saliendo de San Pedro entendemos que el frío se viene peor que antes. Comienza la lucha mental por la necesidad de que amanezca rápido y que los primeros rayos de sol te entreguen algo de calor.

MELIPILLA – CÁLCULOS – PC7 TALAGANTE

Sabemos que el amanecer nos tocará llegando a Melipilla y la cuenta regresiva se acelera. Entre la neblina y el frío lo único que pasa por nuestras mentes es llegar a comprar café al primer local abierto que veamos. Son las 7:30 y empezamos a sacar cálculos de lo muy difícil que es a estas alturas llegar a tiempo a la meta. Nos ponemos en marcha hacia el último PC pero empiezan los cabeceos de nuevo y la técnica de meter conversa para mantenerse despierto pasa de palabras reales a balbuceos sin sentido. Hay que parar sí o sí, pero damos el último esfuerzo hasta Talagante, a donde llegamos a 5 minutos del cierre del PC.

Pequeños ajustes para Sebastián Milla y su bicicleta entre Lolol y Litueche, acompañado por Vladimir Alfaro, de camino al punto de control 5. Kilómetro 380 aprox, 20:18 del sábado 20 de abril.

# CÁLCULOS – ASUMIR – “VAMOS NOMÁS”

Más de 50 km nos separan de la meta y, considerando paradas a comer y una siesta express entremedio, las cifras no nos cuadran. Empezamos a asumir, con un poco de pena, que las 40 horas no las cumpliremos. Pero estamos 100% seguros de que no podemos abandonar. Llevamos 530 km sobre el cuerpo y 2 noches completas pedaleando, hay que llegar a la meta como sea, independiente del tiempo. El desafío sigue intacto y las ganas de cumplir hasta el último km vuelven a agarrar fuerza.

# DOLOR DE CULO – LLEGADA – PILSEN CON CORREDORES

A esas alturas, con 600 km encima, tu relación con el sillín toma un tono distinto, y cada detalle del pavimento se convierte en una tortura hacia la meta. Nos tienta la idea de tomar calles alternativas en mejor estado pero decidimos mantener la ruta oficial sin modificaciones. Subiendo por Apoquindo sabemos que ya estamos a solo minutos de llegar y una inyección de energía nos reactiva las piernas de la pura felicidad. Después del eterno sufrimiento vemos que aparece la meta y con una sonrisa en la cara nos reciben con una cerveza de premio. Nos reencontramos con los demás corredores y vemos a algunos que no pudieron correr la Brevet, pero aún así fueron a recibirnos a la meta. Hora de procesar lo que acabamos de vivir… Ahora queda descansar y reponerse.

# VISIÓN DEL CICLISMO Y LOS LÍMITES

Antes de que empezaran a realizarse este tipo de eventos en Chile, muchos veíamos al ciclismo como algo de como máximo, unas cuantas horas de pedaleo. Jamás estuvimos pensando en pasar de largo noches completas sobre la bicicleta atravesando ciudades y pueblos. Después de cumplir un desafío así, tu zona de confort no se vuelve a comportar como lo hacía antes, entendiendo que tus límites físicos y mentales están ahí para moverlos y que ponerte desafíos cada vez más grandes se vuelve algo muy entretenido y enriquecedor para el alma.

Juanma en la meta (@flowstore) con el diario salvador. Kilómetro 615, 11:15 aprox del día 21 de abril.

# AUTOSUFICIENCIA

Independiente de si son carreras o desafíos no competitivos, todos apuestan por la autosuficiencia y las condiciones extremas. Mientras más kilómetros y días tiene un desafío, más importante se hace el tema mental y el manejo emocional a lo largo de la ruta. Cuando todo juega en contra (sed, hambre, cansancio, sueño, problemas mecánicos, desconocimiento de ruta, dolores musculares…) y sientes que todo se viene abajo, la mente es la primera en mostrarte esa situación ideal de poder estar en casa tranquilo descansando en cama en vez de estar matándote a las 4 AM en una ruta desconocida en medio de la nada. Cuando esa opción se presenta en la balanza junto a la de tu realidad actual, el equilibrio físico y emocional para tomar la decisión correcta es la clave en desafíos como estos, donde tu claridad por la meta del desafío y tu propia meta personal tienen que alinearse.

La tarjeta de Vladimir Alfaro exitosamente timbrada en la meta, junto a su merecida medalla. Kilómetro 615, 09:57 del domingo 21 de abril.

# INVITACIÓN A SUMARSE

Bienvenidas sean todas las personas que tienen ganas de empujar sus límites un poco más allá. El ultra fondo tiene mucho que ver con el auto conocimiento, con saber cómo rindes de noche, de día, con calor o con frío, de cómo soportar una noche completa sin dormir y de cómo abordar una ruta en solitario durante horas. Cuando pedaleas solo tienes mucho tiempo para pensar en tus ideas, para relacionarte contigo mismo. Un estado de meditación constante en el que tienes que mantenerte firme sin olvidar que tú tienes el control de la situación en tus decisiones. Saber sobrellevar los momentos difíciles sin dejar de disfrutar el desafío mismo y el paisaje, y enfocarse en disfrutar la experiencia misma y no solo el hecho de llegar a la meta.